Dicen por activa y por pasiva que el embarazo de la Princesa de Asturias asegura la continuidad de la institución monárquica. ¡Qué tontería! Esa continuidad ya la tienen atada y bien atada. Si no se hubiera engendrado la criaturita de marras, después del Príncipe Felipe la sucesora al trono sería la Infanta Elena.
El caso es que el cigoto borbónico le quitará a la Infanta su puesto en la sucesión de la Corona. De momento, ya le ha quitado a Elena el título honorario de ‘Feto real’.
Diatriba Republicana by Diañu Burlón.