Todo viaje tiene su final. Toda generación tiene su leyenda. El Dr. Maligno finaliza esta gran epopeya que han supuesto las I Jornadas de Radio y Televisión: ante la gran acogida que ha recibido mi crónica no puedo sino terminar de forma apoteósica. El viernes, día dedicado a los programas informativos, de actualidad y deportivos, fue glorioso, sin duda alguna. A primera hora tuvo lugar un debate sobre los informativos de radio: dejando un poco de lado los “piques” entre algunos de los invitados (recordad lo de “llamar terrorista a Iñaki Gabilondo” hubo total controversia) es lícito afirmar que las experiencias y contenidos aportados por los invitados estuvieron a la altura desde las circunstancias: también quedó de manifiesto la “polaridad” que se vive en el país en estos momentos, según sus palabras. El repaso de la trayectoria profesional de los participantes fue nítido y ameno: a pesar de su relativa brevedad, el tiempo dedicado a las preguntas pasó a toda hostia, tanto que cuando me quise dar cuenta ya estaba saliendo para ir a una clasecilla (hay que desengrasar un poco, voto a sanes : aunque preferiría haberme tomado una birra en la cafetería, todo sea dicho).
El debate de los programas de actualidad me lo salté, la tarde iba a ser muy larga (risas de Dr. Maligno). Tras deglutir como un gañán el suculento manjar que nos brinda, día a día, la infecta cafetería decidí regresar al Salón de Actos: estaba a punto de comenzar el epílogo de una de las experiencias más memorables que han acontecido en la Mole Cemento. Pude constatar el buen estado de salud que presenta el periodismo deportivo (gracias a Dios, si no, no sé qué sería del periodismo en España: no olvidemos que el diario más leído es el Marca, compadres, pero eso es otro tema). Fue una gozada escuchar a los principales “monstruos” radiofónicos: con buen rollo y risas dieron cuenta de los entresijos de su labor en los mejores programas deportivos, mientras el “Mono” amenizaba con sus magistrales intervenciones (eres mi ídolo: algún día espero ser un “jebis” tan chungo como tú). Total, que el debate solamente podía terminar de forma apoteósica, cercana a lo sublime de un mito: y qué mejor que una de las épicas baladas de letra wagneriana que sólo un genio como el “Mono” puede componer. En aquel momento en que todos batimos palmas la audiencia tornó en un solo ser: es imposible de explicar sin recurrir al hecho religioso (risas de Dr. Maligno). Tras la apoteosis llegó el ocaso… era la hora de concluir y para ello contamos con la presencia de Miel Vega y Danny de Vito (risas). En serio, no voy a decir el nombre de ese hombre, me pregunto qué hacía el conocido actor en la Mole. Parecía muy a gusto e integrado (como tiene que ser). Hacia eso de las siete y algo ya se hacía insostenible la situación: por no decir que había gente con maletas, esperando la liberación…
Conclusión de las Jornadas: fueron la polla (contando según el precepto de “katholou”), con algunos altibajos (normal, no todo va a ser bueno: hay que aceptarlo), pero en general es algo que hay que repetir, teniendo en cuenta la aceptación que han tenido y su calidad. Mi más sincera enhorabuena a Miel: se lo ha currado como una champion. Eso es todo: ah, puede que en los próximos días el Dr. Maligno asista al ciclo de pelis de Star Wars. Quedais avisados, un saludo desde ERT.